Hace un año y medio que soy solopreneur. Esto significa que no tengo demasiadas rutinas ni a alguien que se encargue de planificar mi negocio.
Hay semanas más relajadas, pero en muchos momentos del año estoy con entre cuatro y cinco proyectos en simultáneo. Eso significa distintos tonos de voz y marca, diferentes deadlines y al menos cuatro facturas al mes que, afortunadamente, me ayudan a pagar las cuentas.
A esto se suma que por naturaleza soy bastante olvidadiza. Trabajar sola y por proyectos representa un gran desafío para las personas como yo.
Al grano.
¿Qué estoy haciendo para llegar con todo?
Uso la técnica de «Memento», la película de Nolan donde el protagonista tenía pérdidas de memoria y por eso anotaba todo en las paredes, en la cama o incluso en su cuerpo.
No llegué tan lejos como para tatuarme, pero sí llevo toda mi contabilidad horaria y de tareas en una agenda personal.
La del año pasado era un desastre. Era un cuaderno cualunque en el que se me encimaban los días. Aún así me sirvió para no incumplir con mis obligaciones de Hacienda ni retrasarme con nada de los que mis clientes pidieron. Ah, y mantener mi querida newsletter viva.
Este año me compré una agenda de verdad y la mejoré en un puntito clave.
🌟🌟 Planificación con propósito 🌟🌟
✅️ Metí los objetivos anuales en un listado que encabeza la agenda 2024. Puedo verlos todos los días.
✅️ Al final de cada mes, pegué un cuadradito extra para planificar el mes siguiente.
✅️ Cuando termine cada mes, pienso auditar lo que salió bien y lo que no salió bien, para seguir moviendo las fichas.
Esta técnica puede parecerte súper básica. Lo es.
Pero soy una persona que vivió 8 años en una mesa de breaking news en un país impredecible como Argentina.
Esto de planificar es súper nuevo para mí, por decir lo mínimo. Jejeje.
¿Cómo te organizas para trabajar?
Dime cuál es la fórmula secreta y por qué te funciona en tu planificación.
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