Cuando alguien es tan bueno convenciendo a otros, la gente dice que “es capaz de venderle hielo a los esquimales”.
Bueno, la gente se equivoca, porque eso es todo lo contrario a un buen vendedor.
Te cuento por qué pienso esto.
Todas las cosas que se venden ofrecen una solución para un problema concreto de alguna persona.
Una escoba sirve para mantener la casa limpia, un patinete sirve para las personas que quieren ser un peligro para la sociedad y así con todo.
Hasta la cosa más inútil. Por ejemplo, un souvenir.
Una estatuilla de la Sagrada Familia cumple la función de decirle a una persona querida que pensamos en ella mientras estábamos de vacaciones en Barcelona.
Es decir, aunque no tiene una gran funcionalidad, cubre una necesidad.
Habrá quienes tengan otra visión, pero desde mi punto de vista, vender es un servicio. Es la función que permite vincular soluciones con personas que tienen un problema para resolver.
Por eso, el que vende hielo a los esquimales es un charlatán, no es un buen vendedor.
Los buenos vendedores, y los buenos marketeros, se concentran en encontrar a la persona adecuada.
Tan fácil y tan difícil como eso.
Tan difícil porque cuando alguien piensa en públicos objetivos la cabeza se va hacia “mujer, 45 años, profesional, casada”.
Lo que nos enseñaron en los libros de marketing pero que así solo no sirve, porque no cuenta la historia completa.
Tan fácil porque teniendo un sistema y una herramienta, es posible captar personas interesadas en la solución para venderles (una o más veces).
La herramienta, es el email marketing.
El sistema, es el que explico en el ebook que regalo a las personas que se suscriben a mi lista.
Hace más de dos años que trabajo con agencias de marketing y empresas por mi cuenta.
En este tiempo, he visto pasar a muchos clientes desorientados.
Cuando una PyME decide tener su presencia en internet, a veces se enfoca en las cosas que menos importan.
Eligen muy bien los colores y el logo. Un diseño armónico.
Acaban con una página muy bonita, profesional, aplaudida por familiares y amigos, pero que no hace ni una venta.
Una página zángana.
Si me preguntas, yo prefiero tener una página más fea que la Fanta de uva, pero que trabaje para meter dinero en la hucha.
Según Dan Kennedy, padre del marketing de respuesta directa, el error principal está en copiar a las grandes marcas.
El marketing de las grandes empresas sirve para vender, sí, pero también para satisfacer a sus accionistas, alimentar los egos de sus directivos y ganar premios de publicidad.
La agenda de una marca pequeña, o mediana, es vender algo. Hoy. De ser posible, ahora.
Si tu negocio está en fase de crecimiento, necesitas resultados rápidos y medibles, no dentro de un año o dos.
Esperar a que la visibilidad de tu marca se construya poco a poco mientras ves como desaparece el saldo del banco no es nada divertido.
Por eso, lo que necesitas es una estrategia que te traiga conversiones directas, leads y ventas rápidas.
Es entonces cuando el email marketing entra en juego.
Si estás siguiendo una estrategia de redes pero no llevas a la gente a una página donde dejen su correo, posiblemente estés dejando dinero sobre la mesa.
Quizás no te importe perder esos eurazos, dólares o yenes y mira, todo bien, sobre gustos no hay nada escrito.
Solamente cumplo con el deber de informártelo.
Ahora, si te está pasando eso pero no quieres que te pase más, tengo algo que te puede interesar.
Es el sistema más corto posible para que las personas esperen tus mensajes con ganas y compren con los ojos cerrados.
Un ebook donde encontrarás:
- Cuál es la peor estrategia del marketing digital y por qué la mayoría de los emprendedores empezamos justamente por ahí – Página 3.
- El embudo más corto para una PyME orientada a los resultados – Página 6.
- Cómo crear un arma de seducción masiva que insinúa más de lo que muestra y deja a la gente con ganas de más – Página 10.
- Las cuatro patas de la venta por correo electrónico – Página 15.
- Por qué un perro chow-chow no es lo mismo que un panda: La solución para dejar de copiar a los grandes – Página 16.
La gente anda diciendo:
Estos son algunos comentarios que he recibido por la newsletter.
A Andrea este correo le “abrió los ojs”.
Victoria se partió de risa
Chus me mandó un mensaje de apoyo
Y esta clienta secreta me felicitó después de un lanzamiento.
Pero bueno, si quieres comprobarlo, se descarga por aquí, claro que antes hay que pasar por caja.
Por la caja de suscripción, claro.
No voy a hablarte de las bondades del email marketing sin tener una newsletter para vender mis servicios, ¿no?
¡Te veo dentro!