Si no la conoces, Substack es una plataforma para hacer newsletters y blogs. Yo la conocí gracias a Chus Naharro López, la reina de las newsletters.
46 años después del envío del primer email de la historia, los de Substack vieron un huequito en el sector de los correos de pago y ahí fueron.
La plataforma se creó en 2017. Hoy cuenta con 600.000 autores registrados, 35 millones de usuarios o lectores de los cuales 2 millones son de pago.
Facturan 300 millones de dólares al mes de los pagos por contenido extra que realizan los usuarios.
El modelo de negocio consiste en empujarte a hacer la newsletter de pago. De ahí, Substack se queda con el 10%. Los escritores, con el otro 90%.
El truco está en la facilidad para hacer los pagos y para cobrarlos, además de una interfaz amigable con los usuarios.
De alguna manera Substack también es un producto de la crisis que atraviesan los medios tradicionales. Han captado unas cuantas “plumas” que ya no ven tan rentable ir los periódicos a vender sus artículos.
Según Statista, la newsletter que más factura en Substack es Letters from an American de la historiadora y analista política Heather Cox Richardson. Se calcula que la newsletter recauda unos 5 millones de dólares anuales.
¿Qué podemos aprender?
A mi entender, esto nos deja algunas lecciones:
- El email marketing está más vigente que nunca.
- Hay gente que quiere recibir emails de calidad (no SPAM).
- No hay que rendirse: Cuando Substack empezó ya existían múltiples plataformas de email pero aún así encontraron un nicho donde entrar.
- La naturaleza cambiante del tiempo en que vivimos puede dar muchas oportunidades a los que saben verlas. Substack entendió que el periodismo atraviesa una gran crisis y por ese motivo entró al mercado como una herramienta que ayuda a difundir contenido de calidad.
¿Conocías Substack? ¿Qué más crees que se puede aprender de ellos?
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