Vero meets GPT 4

Ya te conté que soy bastante ratita con las herramientas.

No me sacan los números de la tarjeta de crédito ni con la orden de un juez.

O al menos así solía ser HASTA EL LUNES.

Verás, hace un tiempito Chus Naharro* invitó a José Luis Gallardo* a hablar de ChatGPT para newsletters en su membresía, de la que soy parte.

*Si estos nombres no te suenan, tienes ahí los links seguirlos en Linkedin. Después me agradeces.

Hablaron de crear tus propios GPTs, una especie de robotitos empleaditos para que hagan tareas específicas.

Eso me gustó, así que decidí gastarme los 20 dolarucos mensuales que sale la versión PLUS.

Te cuento cómo me fue.

Para que se entienda mejor, divido esto en dos partes: Los robots de otros y el robot que creé yo.

LA EXPERIENCIA CON LOS ROBOTS DE OTROSApenas te abren la puerta al GPT 4 te reciben los robotitos empleaditos (GPTs) que crearon otras personas.
Hay de todo: Generadores de imágenes, buscadores de información académica, redactores de código.
En mi experiencia, aunque estos bots están buenísimos, prometen más de lo que pueden cumplir.
Probé el de integración con Canva y no te ayuda realmente a armar un carrusel, sino que te sugiere temas de diseño para armarlo dentro de Canva. Malísimo.

Probé otro para “humanizar” textos con IA y nunca me dio un resultado. Simplemente se quedaba “pensando”.
Probé Dall-e para hacer imágenes y me pareció bueno. Hace unas fotos que no pasan por reales ni de casualidad, pero le pone onda. En mi opinión, hace unos dibujos que sirven para ilustrar alguna cosa. Compro.

Otra cosa que noté es que el sistema se queda sin gasolina rápidamente. Te dice que vuelvas luego, a las 14.55 por ejemplo.
Como esos empleados que bajan a desayunar y pasan de tu cara bonita aunque tenías turno exactamente a esa hora.

LA EXPERIENCIA CON MI PROPIO GPTBueno, lo de los GPTs ajenos, hasta ahí.Ahora bien, yo trabajo con dos agencias de contenido.Eso significa que cada semana trafico grandes volúmenes de texto. Leo y produzco, leo y produzco.Usaba el ChatGPT “grati” para gestionar parte de este trabajo, pero muchas veces tenía que repetirle las órdenes porque se olvidaba.Cuando pasé a la versión de pago, creé mi propio robotito empleadito para hacer una tarea específica, bastante tediosa.
Y me funcionó DE MARAVILLAS.

Haber pagado para acceder al potencial full de esta herramienta me compensó porque aceleré el trabajo tanto

TANTO
que ahora me puedo tirar todo este tiempo para mandarte este completo email (del cual leerás la mitad, con suerte, pero no me importa).De hecho, he ilustrado lo que la mayoría de la gente va a hacer con esta parte del email. 
CONCLUSIÓN¿Me sirvió pagar la versión full de ChatGPT?
Sí. Hasta ahora no me ha servido para hacer demasiadas cosas “nuevas” pero sí para hacerlas MEJOR.
Soy una heavy user de ChatGPT. Lo uso todos los días para resumir, traducir y reescribir partes de los textos.
Pagarme la versión plus, entregar los sacros números de mi tarjeta, me sirvió para ahorrar tiempo.
Y en la vida del autónomo tiempo = dinero, así que compensa.¿Te lo recomiendo?
Depende cuáles sean tus fantasías con la IA.
Si usas bastante la versión gratuita y ves que se queda corta, probablemente te sirva pagar por esa potencia extra.
Si tu fantasía es tener un ejército de empleados por 20 dólares ya te digo que “es más complicado”.
Lo intenté y fracasé rotundamente porque la herramienta se queda sin gasolina rápido.Ay hija, que largo te quedó este email.
Bueno, hago el CTA y cierro.

Hoy no te voy a vender nada ni promocionar mis servicios. Solamente quiero que me cuentes:

¿Usas la IA en tu vida? ¿Qué te resuelve?

Me intriga saber qué hacen otras personas con esta tecnología. 
Te felicito por haber llegado hasta acá, te mereces un gran fin de semana. 
Cambio y fuera. 

*Este texto fue publicado en la Newsletter de Vero Furlan


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