Cuando Silvia decidió estudiar medicina ya sabía que iba a tener que viajar cada día durante seis años colgada de un tren para poder llegar a la facultad. Igual, siguió.
Con el título en la mano, eligió ir a pueblo de la Patagonia donde la nieve, el hielo y el barro te complican la vida. Igual, siguió.
Se casó, tuvo sus hijas. Lo hizo aún sabiendo que iba a costar hacer todos los cursos para mantenerse actualizada con una nena de 4 años y mellizas. Igual, siguió.
Siguió con su carrera, su familia y su emprendimiento.
Silvia es mi mamá y por suerte para mí sigue siendo así de “mujer power”.
Si vives en algún lugar entre el Ecuador y los polos seguro ya escuchaste 100 veces que hoy es el Día de la Mujer.
Pensaba no escribir nada por el 8M porque no me considero una “feminista ejemplar”.
No llevo el flequillo cortado a la mitad de la frente ni tengo el símbolo de la mujer tatuado con unas flores en ninguna parte del cuerpo.
No tengo pensado ir a ninguna manifestación. De hecho, si me cruzo con alguna la evitaré.
Como te digo, pensaba no escribir nada pero al final soy mujer y no es que el tema me pase por el costado.
Simplemente me gusta manifestarlo a mi manera.
¿Y qué tiene que ver el 8M con las PyMEs?
TODO.
Según el Informe Global Entrepreneurship Monitor 2022-2023, desde que terminó la pandemia se han equiparado los números.
Hoy mujeres y hombres emprenden por igual en España.
A diferencia de años anteriores, ahora ellas también quieren liderar proyectos orientados a mercados exteriores.
Aunque sea en otras latitudes, la historia de mi madre es la de esas mujeres que se animan.
Que pudiendo conformarse, no lo hacen. Las que buscan oportunidades y no excusas. Las que avanzan.
Las que igual, siguen.
Las celebro.
Feliz (sí, FELIZ) Día de la Mujer.
PD – Si tu estrategia para avanzar involucra escribir correos – es por aquí.
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